Sólo hay un bien: el conocimiento. Sólo hay un mal: la ignorancia... Sócrates

17.12.13


En las últimas décadas la búsqueda por encontrar mejores formas de hacer las cosas, más rápido y a menor precio, ha provocado que las organizaciones tengan que diferenciarse entre sí.

La competitividad se define como la habilidad de una organización (incluidos los países) para generar bienes o servicios de mejor calidad o precio que sus competidores. Hoy en día esto es primordial en un mundo globalizado, en donde los clientes disponen de una amplia posibilidad de alternativas. Ya sea que se trate de un manufacturero, un hotel, un banco, una escuela, un partido político o un país: Todos "compiten" por los clientes, por los estudiantes, por los electores y por las inversiones foráneas que generan empleos.

Los elementos diferenciadores claves en el tema de la competitividad son la calidad y el precio. Anteriormente en mi artículo "Calidad y valor agregado para el cliente", mencionaba la manera en que una organización puede generar o agregar valor para el cliente. La calidad está relacionada con los atributos del producto y del servicio; en tanto, el precio es lo que el cliente paga por adquirir o contratar. A groso modo:

Calidad del producto:

  • Atributos
  • Diseño
  • Funcionalidad
  • Seguridad
  • Imagen
Calidad del servicio:
  • Tiempo de entrega
  • Disponibilidad
  • Asistencia técnica
  • Trato diferenciado
  • Atención a sus quejas
Precio:
  • Valor promedio
  • Descuentos
  • Costo post-venta
  • Términos de pago

Para que los elementos clave de la competitividad funcionen a favor de una organización, indudablemente se tendrán que gestionar como procesos. Un sistema de calidad ISO o algún Modelo de excelencia en calidad podrían ser muy útiles para los fines descritos.

Por otra parte muchas veces se tiene la noción de que la calidad y el precio son antagónicos; sin embargo la experiencia demuestra lo contrario. Muchas organizaciones que apuestan por la calidad reducen las incidencias que pueden generan malos productos. Cuando una organización sólo se enfoca en "reparar" aumenta sus costos y por ende se vuelve improductiva, menos competitiva.

La innovación también juega un papel trascendental para que una organización o un país sea competitivo. Es bien conocida la visión de Henry Ford a este respecto:

"Si le hubiera preguntado a mis clientes lo que deseaban; sin duda me hubieran dicho: Queremos un caballo más rápido"...

Finalmente para concluir le comento que para estimar la competitividad en el tema de los países, se toman en cuenta más factores que van más allá de la calidad y precio. 

En el 2013 el Instituto Mexicano para la Competitividad publico un estudio referente al índice de competitividad internacional. En dicho estudio podemos apreciar (pág. 149) los rankings para cada uno de los países que fueron considerados para el estudio.

Nos leemos la próxima.


 













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