Sólo hay un bien: el conocimiento. Sólo hay un mal: la ignorancia... Sócrates


Hoy en día es indudable que el éxito de una organización está cimentado en las personas. El factor humano juega un papel central para la consecución de los objetivos que persiguen las organizaciones. 




Para lograrlo es fundamental que los directivos se involucren realmente en el desarrollo de sus colaboradores. Sin embargo aún existen muchas organizaciones que ven con recelo el tema de la capacitación porque la consideran un "gasto", en lugar de verla como una sabia inversión.

Cierta ocasión un directivo de una compañía dedicada a la producción de químicos me comentó lo siguiente: "Para qué gastar en capacitar a mi gente si luego se van a otro lado".  Es obvio que la empresa moderna no puede seguir adelante con una mentalidad así.

La apuesta más exitosa que una organización puede emprender es apostarle a implementar una verdadera cultura de la capacitación. Una filosofía de trabajo.

La cultura de la capacitación debe basarse en necesidades reales, no inventadas, ni artificiales; para ello se requiere de un diagnostico que involucre a todos los responsables que están en la toma de decisiones. La capacitación debe ser permanente, no por períodos esporádicos, y debe ser para todos.

Una cultura de la capacitación bien arraigada, será el soporte a todo programa orientado a fortalecer el sentido de compromiso del personal, cambiar actitudes y edificar un lenguaje común que facilite la comunicación.

¿Cuáles son sus aplicaciones?.

  1. Crear identidad, entrenamiento y productividad.
  2. Desarrollo de actitudes empresariales en la organización.
  3. Fortalecimiento ejecutivo.
  4. Prever la renovación de personal.
  5. Conciencia social y ecológica. 


Ahora bien, los objetivos particulares que se persiguen por medio de la capacitación son generar, incrementar y modificar los conocimientos, habilidades y actitudes de todo el personal de una organización a través de su continuo y sistemático desarrollo y con ello mejorar su desempeño. ¿Cómo se consigue ésto?.

La respuesta recae en el Proceso de capacitación

El proceso de capacitación es una herramienta de gestión que consta de las siguientes etapas:

  • Diagnostico de las necesidades de capacitación. Es investigar cuál es el estado actual de las cosas y definir cuáles serían las necesidades que deban satisfacerse a corto, mediano y largo plazos.
  • Planeación. Es establecer objetivos, disposición de recursos, infraestructura, etc.
  • Definición de contenidos. Es establecer qué temas, qué materias y qué áreas deben ser cubiertas.
  • Forma de capacitar. Se definen los métodos de instrucción, es decir, la manera en que se va a transmitir la información (ej. exposición, conferencia, mesa redonda, etc.); así como también el e-learning  que es un recurso sumamente práctico.
  • Personal responsable de capacitar. Se establece un líder que será el encargado de llevar la capacitación; siendo éste interno, contratado o un consultor externo para tales fines. Aquí es fundamental elegir correctamente al líder del proyecto. Hay industrias altamente reguladas como la industria farmacéutica que exige un muy alto nivel técnico del personal de capacitación para cumplir con todos los lineamientos. Por lo general las organizaciones suelen contratar profesionales en administración de empresas, psicólogos, etc,...para liderar el proyecto de capacitación; sin embrago éstos no poseen los conocimientos técnicos que demanda la industria. Por otra parte cuando algunas organizaciones dejan la capacitación en manos de personal técnico, por lo regular éste carece de los conocimientos administrativos del proceso de capacitación. En mi experiencia personal considero que la amalgama administrador/personal técnico es la mejor manera de tener éxito en la capacitación. Ambas visiones se complementan, sobre todo en la organizaciones donde el tema de capacitación es complejo y retador.
  • Evaluación. Se refiere a las técnicas para verificar que los conocimientos han sido asimilados (ej. examen, encuestas, etc.).
  • Seguimiento. Los indicadores son la clave para dar el seguimiento respectivo.
  • Rentabilidad. Se refiere al impacto que la capacitación tiene sobre el negocio. Muchas veces ésto se observa de forma "cualitativa", es decir; el cambio de actitud, la mejora en el desempeño, etc,. Y la segunda es "cuantitativa", disminución en el número de quejas, menos desperdicio de materiales, y algunas organizaciones han establecido el cálculo del retorno de la inversión ROI. 

Espero que esta breve introducción le sea benéfica en el caso de que usted sea un profesional que está pensando en implantar la cultura de la capacitación en su organización. ¡Exito!.










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