Sólo hay un bien: el conocimiento. Sólo hay un mal: la ignorancia... Sócrates

7.3.14


De acuerdo con la mitología griega, Pigmalión era un Rey que deseaba encontrar a la mujer perfecta para casarse con ella; no obstante era tan exigente que ninguna le resulto atractiva.

Perdiendo la esperanza, se dedico a elaborar figurillas, estatuas y demás objetos con el fin de distraer su atención. Sin embargo, se enamoró de la estatua de una hermosa mujer que él esculpió. 


Pigmalión y Galatea, mármol de Étienne Maurice Falconet, Francia (1716-1791).


La llamó Galatea y se obsesionó tanto con la estatua, que depositó todas sus expectativas para que la estatua cobrará vida y le rezaba a la diosa Afrodita para ello. La diosa habiendo valorado el deseo de Pigmalión, finalmente le concedió la vida a la estatua.

A partir del relato anterior se ha descrito el efecto Pigmalión, que se da cuando una persona tiene "grandes expectativas" respecto a otra, y en consecuencia, el desempeño de la segunda mejora. Esto puede verse como una especie de profecía autocumplida:

El hecho de que el perceptor espere que ocurran ciertas cosas da forma a su comportamiento, lo cual aumenta la probabilidad de que ocurra lo que espera.

Los colaboradores, cuyos jefes esperan que se desempeñen bien, lo harán bien. En el caso contrario, cuando un jefe muestra bajas expectativas en el desempeño de sus colaboradores, éstos terminan actuando mal. 

Desde luego que no sólo basta con tener buenas expectativas para que alguien tenga un buen desempeño, habrá que tomar en cuenta lo siguiente:

  • Ofrecer capacitación acorde a las actividades desempeñadas y trabajos que sean desafiantes.
  • Utilizar el reforzamiento positivo para generar autoestima.
  • Tener buena comunicación para trazar objetivos medibles y tener una base para la evaluación.

Esto es a grosso modo lo que hoy se entiende por el efecto Pigmalión, en mi opinión sirve como una herramienta de influencia para aquellos colaboradores que tienen dificultades para desempeñarse adecuadamente.


   



   
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2 comentarios:

  1. Me ha gustado mucho tu articulo Fausto. Yo lo he aplicado siempre a mi vida personal sin saber lo que era el efecto Pigmalión.... y si, suele funcionar, a veces me ha fallado... jejeje. Enhorabuena

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    1. Gracias Ana, en eso consiste la experiencia de vida. Decía un gran escritor que su éxito estaba fincado en la suma de pequeños fracasos.

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